Depresión en adolescentes.
Aunque la prevalencia de la depresión ha aumentado en todos los grupos de edad, entre los adolescentes ha superado la de los adultos.
La prevalencia de por vida del
trastorno depresivo mayor entre los jóvenes de 13 a 18 años es del 11% en
Estados Unidos.
Las
adolescentes tienen tasas generales más altas y episodios de depresión más
graves que sus homólogos masculinos; y los adolescentes mayores tienen tasas de
prevalencia más altas y episodios más graves que los adolescentes más jóvenes
La
depresión puede ser familiar y el riesgo de trastornos depresivos se extiende a
generaciones. La depresión de los padres influye negativamente en la respuesta
al tratamiento para la ansiedad y la depresión, y el tratamiento exitoso de la
depresión materna se asocia con una reducción de la depresión y una mejoría del
funcionamiento entre la descendencia.
Presentación clínica.
El trastorno depresivo mayor se define en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, 5ª Edición (DSM-5), como estado de ánimo deprimido o pérdida de interés o placer durante al menos 2 semanas, acompañado de al menos cuatro de los siguientes síntomas adicionales: alteración del sueño (insomnio o hipersomnia), cambios en el apetito o peso (disminuido o aumentado), falta de concentración o indecisión, fatiga o falta de energía, ralentización o agitación psicomotora, sentimientos de inutilidad o culpa inapropiada, y pensamientos recurrentes de muerte o suicidio. La ansiedad a menudo precede y suele estar presente en la depresión de adolescentes.
El examen del adolescente deprimido incluye una evaluación de otros signos y síntomas psicopatológicos, particularmente ansiedad, manía y psicosis. Es importante preguntar sobre el consumo de alcohol y sustancias. El cannabis es la droga ilícita más consumida en la adolescencia, y su uso se ha asociado con depresión y comportamiento suicida. Además, se debe considerar la posibilidad de una enfermedad física como hipotiroidismo o anemia.
A pesar de
que el estado de ánimo deprimido es el síntoma más común en adolescentes y
adultos con depresión mayor, los cambios en el apetito o el peso, la pérdida de
energía y el insomnio son más comunes en los adolescentes, mientras que la
anhedonia (pérdida de interés) y la mala concentración son más comunes en
adultos.
Tratamiento.
Una vez que
la evaluación clínica ha confirmado el diagnóstico de depresión, es esencial
educar tanto al adolescente como a los miembros de la familia sobre los
síntomas, curso, pronóstico y tratamiento de la depresión, e informar que su
recurrencia es común en la adolescencia, particularmente ante falta o abandono
del tratamiento.
Más allá de
fomentar los aspectos básicos de la higiene del estado de ánimo, como
organización diaria regular, nutrición, y niveles moderados de actividad y
ejercicio, la intervención farmacológica y la psicoterapia son los pilares del
tratamiento.
Tratamiento
farmacológico: Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
(ISRSs) fluoxetina y escitalopram están aprobados para el tratamiento de la
depresión en adolescentes, pero otros ISRS e inhibidores de la recaptación de
serotonina y noradrenalina (IRSNs), como la venlafaxina, son comúnmente
utilizados fuera de etiqueta para este propósito. Los antidepresivos pueden
tardar de 6 a 8 semanas en alcanzar su efecto máximo.
Una vez que
los síntomas depresivos han remitido, las guías de práctica sugieren que el
tratamiento se continúe durante un mínimo de 6 meses, y la mayoría de los
médicos recomiendan al menos un año para disminuir la probabilidad de
recurrencia.
Los efectos
secundarios comunes de los medicamentos antidepresivos incluyen cefalea,
malestar gastrointestinal, sedación o insomnio y sequedad de boca. La
activación, un efecto secundario que es más común en la adolescencia que en la
edad adulta, puede manifestarse como insomnio, desinhibición o inquietud y
puede dar lugar a interrupción del medicamento.
Comenzar
con una dosis baja y aumentar la dosis lentamente puede prevenir o minimizar la
activación, así como otros efectos adversos. Aunque la mayoría de los efectos
adversos del tratamiento antidepresivo en adolescentes son menores, los
pacientes y sus familias deben ser informados sobre el bajo riesgo de nuevos
pensamientos o comportamientos suicidas cuando se inicia el tratamiento o se
aumenta la dosis, así como el pequeño riesgo de manía o hipomanía inducido por
los antidepresivos.
El consenso
en el campo de la depresión adolescente ha sido iniciar el tratamiento con un
ISRS a dosis baja, con un aumento posterior a una dosis terapéutica y
continuando el tratamiento durante 6 a 8 semanas antes de evaluar la respuesta
a la medicación (respuesta total o parcial o no respuesta). Si hay una
respuesta parcial, agregar un segundo medicamento de una clase diferente es una
estrategia común, aunque hay datos limitados sobre la eficacia de este enfoque
en pediatría. Los agentes que se añaden típicamente a un antidepresivo
convencional son bupropión, litio y medicamentos antipsicóticos atípicos.
La
estrategia más estudiada para aproximadamente el 40% de los adolescentes que no
tienen una respuesta inicial con antidepresivos es cambiar a otro ISRS en lugar
de agregar otro medicamento. Sin embargo, los que recibieron medicación
antidepresiva y terapia cognitivo-conductual (TCC) tuvieron significativamente
mayor mejoría que aquellos que recibieron medicación sin TCC.
Psicoterapia:
La TCC y la psicoterapia interpersonal (PTI) han demostrado ser eficaces en el
tratamiento de la depresión en adolescentes. La TCC se centra en el papel de
los pensamientos, sentimientos y comportamientos y su efecto interactivo para mantener
o reducir la depresión.
A los
adolescentes se les enseña a identificar los pensamientos y replantearlos como
pensamientos realistas. La PTI, que se centra en la relación entre la depresión
y las interacciones interpersonales, reduce los síntomas depresivos mientras
mejora el funcionamiento enseñando a los pacientes a reconocer sus emociones y
trabajando para mejorar la comunicación interpersonal y las habilidades de
resolución de problemas.
Pronostico.
Los
predictores de una mala respuesta a la psicoterapia son depresión severa, bajo
funcionamiento global en la evaluación, puntuaciones altas en medidas de
suicidio, ansiedad coexistente, patrones de pensamiento distorsionados,
sentimientos de desesperanza y conflicto familiar.
Direcciones
futuras: Las áreas que se están investigando actualmente y que tienen potencial
para mejorar el tratamiento de la depresión en adolescentes incluyen
farmacogenética, dieta y nutrición, y el tratamiento individualizado. Hay
interés en estudiar tratamientos que puedan mejorar rápidamente la depresión y
el suicidio en adolescentes, como ketamina, y sus análogos.
La
estimulación magnética transcraneal, un tratamiento neuromodulador, está
aprobado en adultos con depresión que no han tenido respuesta a al menos un
antidepresivo y actualmente está en investigación para el tratamiento de
adolescentes con depresión. La psicoterapia y la medicación antidepresiva son
eficaces en el tratamiento de la depresión en adolescentes.
Oc. Noviembre 2021.
Referencias.
- https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoid=98930&fuente=inews&uid=793305&utm_source=inews&utm_medium=inews&utm_campaign=inews
- https://www.unan.edu.ni/
- https://www.google.com/search?q=depresion&rlz=1C1UUXU_esNI972NI972&sxsrf=AOaemvIPKpow5Z9dNpRAS4LLi7jSCnIgkA:1637339774978&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=2ahUKEwjxyKf97aT0AhXMSzABHbX_CiQQ_AUoAXoECAEQAw&biw=2133&bih=977&dpr=0.9#imgrc=q2VN0fVICwQZ-M
- https://www.google.com/search?q=depresi%C3%B3n familiar&rlz=1C1UUXU_esNI972NI972&sxsrf=AOaemvIOejbObR1TWYJWZSHuTtdKkwHiFQ:1637340138420&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=2ahUKEwjUiM6q76T0AhXNQzABHS6jAKYQ_AUoAXoECAEQAw&biw=2133&bih=1041&dpr=0.9#imgrc=pq6Ylf1Lx8YFtM&imgdii=FDcO1k9zhtnSSM